Una cosa que he observado de los blogs en general, es la renuencia de sus autores a dejarlos morir. Muchas veces lo tenemos agonizando, viviendo únicamente de las glorias pasadas, y por alguna razón no le damos el punto final al último post.
La verdad sea dicha, todavía no quiero matar a este personaje que es tan mio y es tan yo.
Además, si lo hago, ¿después dónde voy a colgar los post-its de mi vida que me recuerdan a dónde voy?
Regrese.
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