13 de octubre de 2009

sweet sixteen

Erase una vez una chamaca de 16 años que aprovechando que sus padres y hermano estaban fuera de la ciudad metió a su novio a la casa (cuando no le tenían permitido pasar más allá del patio de adoquín).

Pero ¿por que esta chamaca de 16 años metió a su novio a la casa si ella es bien obediente?

¡Pues por pinche calenturienta!

Y es que a los dulces 16, las chamacas traen la hormona al mil y ella quería probar las delicias de ser tocada y sentir la excitación al transgredir las reglas del hogar y hacer cosas sucias y puercas en el sillón de la sala.

Pero pues al parecer la cosa iba a valer verga por que el novio se hizo del rogar y profería cosas como:

“ay no, es que hay que respetar y esta es tu casa y no”
“Pero yo no quiero faltarte el respeto así”
“Y si nos ven, ay no que vergüenza”
“así no deben de ser las cosas, no, no, yo quiero que sea especial”
“PINCHE MARIQUITA” pensó la chamaca calenturienta
“Que no entiendes que QUIERO, que quiero ya, y tú vida de mi vida, osito de chocolate quiero que seas el primero y quiero que sea aquí en MI casa, en este sillón”


El chamaco pos después de ver tan decidida a la chamaca calenturienta pos no tuvo más remedio que acceder ante el contundente:

“O lo hacemos o te violo o digo que eres joto”

Pero más que miedo o compromiso, al oír esa frase el novio se prendió como un motor turbo y se le fue encima a la chamaca calenturienta y pos ahí los tienen haciendo malabares y desfiguros y tratándose de arreglar porque, pos no sabían que pedo.

Ya entraditos y más acomodados y a punto de culminar el ritual, la chamaca calenturienta escucha abrirse el portón de su casa y por la ventana logra divisar la encorvada silueta de su abuela paterna, esa abuela conservadora que se la vive dándose golpes de pecho, esa abuela que si no hace nada en los próximos 5 segundos, la enviará directito a arder a las llamas del averno, y le dirá pecadora, depravada y no dudará ni un solo instante en acusarla con los padres y reprobar en ellos la educación que le han brindado y shalalá.

“¡YA VALIO VERGA, MI ABUELA, PARATE, CORRELE ESCÓNDETE BAJO LAS ESCALERAS!”


La chamaca calenturienta apenas y tuvo tiempo de subir la mitad de las escaleras semi encuerada antes de que su abuela abriera la puerta de entrada. Corrió inmediatamente a ponerse una toalla y fingir que su falta de ropa se debía a que estaba a punto de meterse a bañar.

Oh pero no contaba con que el destino es macabro y unos bóxers a cuadros verde chíngame las pupilas habían quedado a la vista.

“chamaca que haces vestida así, ahí viene tu tío y no debe verte así, ¿Por qué estas vestida así?
“uy abue es que ya me iba meter a bañar y pues, la oí y salí a saludarla”
Entra el tío, el más joven de todos y lleno de buena ondez.
“Reina te va a dar un aire, ¿acaso esa es la nueva moda, andar semi encuerada en la casa?
“ya le dije hijo, quesque se iba a meter a bañar… voy por el nacimiento, esperame”


La abuela toma dirección hacía las escaleras y la chamaca calenturienta piensa:

“YA VALI PURITITA VERGA”

En eso el tío grita:

“mamá, antes de eso me puedes traer agua en lo que yo saco el nacimiento, te hace mal agacharte”

La abuela accede y se dirige a la cocina

“¿Dónde está?
“¿Dónde está quien? Responde la chamaca ingenuamente
“No hagas como que la virgen te habla, ya vi los bóxers y a ti semi encuerada”
“Ay tiíto, está bajo la escalera =s”
“No mames, ya valiste verga… mi mamá viene por el nacimiento” (si precisamente está bajo la escalera)
“NOOooooo, tienes que ayudarme a sacarlo sin que mi abue se dé cuenta”


Y en menos de lo que canta un gallo la chamaca calenturienta y el tío buena onda se las ingeniaron para sacar a la abuela al patio trasero con la excusa de enseñarle una teja que según ellos dos tenía la imagen de la virgen de Guadalupe.

El tío fue a darle los bóxers al novio de la chamaca y lo sacó de la casa, la chamaca calenturienta aún en toalla acompañó a la abuela a sacar el nacimiento de la escalera y la abuela dijo.

“mira nomás a la virgen María, toda pura, bella e inmaculada… hasta se parece a ti mijita”

El tío suelta una risa burlona y la chamaca calenturienta dice:

“Así es abuela, virgen y sin mácula, pero no si hubiera llegado 15 minutos después”
“¿Por qué?, ¿Acaso no te ibas a bañar?”
“O si, pero por supuesto que después me iba a meter a bañar”…


Y si, ese fue el primero de miles de intentos que valieron verga.

9 de octubre de 2009

De la incapacidad generalizada para dejar morir al blog

Una cosa que he observado de los blogs en general, es la renuencia de sus autores a dejarlos morir. Muchas veces lo tenemos agonizando, viviendo únicamente de las glorias pasadas, y por alguna razón no le damos el punto final al último post.

La verdad sea dicha, todavía no quiero matar a este personaje que es tan mio y es tan yo.

Además, si lo hago, ¿después dónde voy a colgar los post-its de mi vida que me recuerdan a dónde voy?

Regrese.